1.- Metropolis de Philip Kerr

Estreno el contador de 2021 con una despedida: adiós a Bernie Gunther, el detective que me ha hecho pasar tan buenos ratos en las 14 entregas de sus aventuras. Kerr falleció en 2018 y este es el último libro de la serie, finalizado poco antes de su muerte.
Kerr juega sobre seguro y manda a Gunther al terreno que mejor se le da: la Alemania previa a la Segunda Guerra Mundial, para capturar a un asesino en serie en el fascinante Berlín de la República de Weimar. El libro tiene los puntos positivos a los que nos tiene acostumbrada la saga: trama sólida y muy bien hilvanada con el contexto histórico, interacción de calidad con personajes reales, escrito de forma amena y con mucho sentido del humor… me ha parecido del pelotón de cabeza. Auf Wiedersehen Herr Gunther.
2.- Un lugar llamado Antaño de Olga Tokarczuk

He aquí una buena recomendación del ForoACB.
La autora, ganadora del Nobel en 2018, cuenta una gran parte de la historia de Polonia en el siglo XX a través de las vidas de los habitantes de un pequeño pueblo. Se centra en sus experiencias personales, sus alegrías y penurias, ambiciones y desencantos, los detalles de su día a día, pero los elementos exteriores, sobre todo las dos grandes guerras, tienen una influencia decisiva en su destino.
El libro está estructurado en capítulos cortos que saltan de un personaje a otro, algunos reales, otros imaginarios. Usando el realismo mágico, mezclando sueño y la realidad, crea un universo muy interesante, aunque también tenga momentos en los que, en mi opinión, se excede en lo metafísico y florido. Al principio tuve mis dudas por la aparición de ángeles, arcángeles y demás gentuza de mal vivir, pero dadas las buenas críticas decidí seguir y fue un acierto. En general me ha gustado bastante, la prosa es impecable (incluida la traducción), aunque siempre me interesaban más los personajes humanos que los ficticios. Un libro muy recomendable.
3.- First they killed my father. A daughter of Cambodia Remembers de Loung Ung

La autora tenía 5 años cuando los Jemeres Rojos de Pol Pot llegaron al poder en Camboya y desplazaron a toda su familia desde su acomodada existencia en Phnom Penh a una vida infernal en sucesivos campos de trabajo. El libro cuenta en primera persona sus durísimas experiencias, siempre desde la perspectiva de una niña pequeña. Aunque a mí me parece un acierto, no hay prácticamente nada de contexto histórico o de información de lo que está pasando fuera del entorno de la autora, lo que refuerza el punto de vista infantil de desconcierto ante lo que ocurre. Por ello yo recomendaría llegar con una idea general sobre el régimen de los Jemeres Rojos y el genocidio camboyano. Ni que decir tiene que es una historia angustiosa y difícil de leer, no para todos los públicos o todos los estados de ánimo. Un buen libro que del que acaban de estrenar una peli en Netflix.
4.- Wired: The Short Life & Fast Times of John Belushi de Bob Woodward

John Belushi era, probablemente, el cómico más famoso de EEUU a finales de los 70/principios de los 80 tras su paso por Saturday Night Live y películas como Animal House (Desmadre a la americana) o mi adorada The Blues Brothers. También tenía fama de ser el más desfasado en un mundo y época de desfase total. Su muerte a los 33 años de una sobredosis de cocaína y heroína causo conmoción tanto entre el público como, sobre todo, en el mundillo, en el que mucha gente le vio las orejas al lobo y empezaron a tomárselo con (un poco) más de calma.
Bob Woodard, el del Watergate, hace una investigación minuciosa y brutal sobre el proceso de autodestrucción de Belushi, una fuerza de la naturaleza incapaz de contenerse, y su caída en una espiral de drogas y vida al límite que, visto en perspectiva, difícilmente podía llevar a otro desenlace.
La viuda de Belushi (que fue la que lo encargó) y su hermano de sangre, Dan Aykroid, junto a otros muchos amigos suyos, reniegan del libro y lo consideran fallido y sensacionalista, ya que no refleja el lado «bueno» de John o lo que hacía que fuese muy querido a pesar de sus defectos. Pero a la vez admiten que la reconstrucción de los hechos y la recopilación de datos son impecables. A mí me ha gustado y me parece una radiografía demoledora de cómo era las cosas en el mundo del show business en aquel momento.
5.- Stealing Speed: The biggest spy scandal in motorsport history de Mat Oxley

El conocido periodista deportivo y ex corredor Mat Oxley cuenta la historia de Walter Kaaden, Ernst Degner y el caso de espionaje industrial que cambió la historia del mundial de motociclismo y de las motos en general. De paso, relata en detalle los entresijos de la competición de las dos ruedas en sus dos primeras décadas de existencia (50s y 60s), con especial atención al legendario TT de la Isla de Man, en el que siguen palmándola motoristas a montones hasta hoy día.
Un libro entretenido y ameno que nos traslada al escándalo ocurido en 1961 y su tremendo impacto posterior, con testimonios de algunos de los implicados y entrevistas de la época. Me ha gustado, a ratos bastante, pero a pesar de ser corto (189 paginas) resulta algo repetitivo y tiene partes que al profano en el mundo de las motos le pueden parecer algo tediosas. Para el aficionado al motor es una gozada absoluta, claro.
Por cierto, acaban de publicar la traducción al castellano
https://www.lamalasuerte.es/producto/velocidad-robada/
6.- La trilogia de Centroamérica de Javier Reverte

El famoso (y recientemente fallecido) viajero y escritor Javier Reverte escribió estas 3 novelas cortas sobre Centroamérica entre mediados-finales de los 80 y principios de los 90, al comienzo de su producción literaria y antes de convertirse en el escritor de viajes por excelencia en castellano. La primera se desarrolla en Nicaragua, la segunda en mi adorada Guatemala y la tercera en Honduras. El resultado me produce sensaciones encontradas. Destacaría su habilidad para acertar con el ángulo humano para contar un contexto determinado, especialmente en la de Nicaragua (Los dioses bajo la lluvia). Las historias en sí me engancharon y me mantuvieron interesado, pero se hacen muy muy lentas por un exceso descriptivo que bordea el tedio, y eso a pesar de su indudable dominio del lenguaje. El sobreesfuerzo en intentar que el lector «entienda» la selva, el Caribe, la geografía y los pueblos que se recorren lastran en demasía el ritmo de la narración, obligándome a veces a leer en diagonal párrafo tras párrafo de descripciones para volver a retomar el hilo de la historia. Aun así creo que merece la pena, reconozco que puede ser mi falta de paciencia ante este tipo de intento de trasladarte “allí” a base de adjetivos y nombres de plantas y animales.
7.- La maleta de Sergey Dovlatov

El autor, disidente de la URSS en los 70, encuentra por casa la vieja maleta con las pocas pertenencias que se pudo llevar en su camino al exilio. A través de cada uno de los objetos recuerda diferentes episodios de su vida en la Unión Soviética.
Un descubrimiento. Hacía tiempo que no me reía tanto con un libro. Dovlatov, aparte de escribir de maravilla, tiene una mirada nihilista y una mala leche digna de Celine, pero a la vez sin auténtica maldad. Un repaso a la sociedad soviética de la época a través de unas situaciones hilarantes y unos personajes, en teoría normales, pero que Dovlatov los hace parecer de opereta. También tira con bala cuando se mira a sí mismo o a su matrimonio. Muy recomendable.
8.- Reina Roja de Juan Gomez Jurado

De lo que va el libro o del autor no voy a hablar porque no necesitan presentación al ser el (pen)último fenómeno literario de masas patrio.
Aunque las razones de su monumental éxito son fáciles de entender (se lee sin esfuerzo, ritmo trepidante, prosa sencilla, novela policiaca fácil de digerir, algún detalle interesante y otro chocante como la elección de las familias que hacen de víctimas), a mí en general me ha dejado bastante frio porque lo malo supera de lejos a lo bueno. Es formulaico en extremo, siguiendo punto por punto las reglas necesarias para escribir un bestseller, empezando por la pareja de polis disfuncional y mal avenida (no puedo con la Lisbeth Salander cañí), un lenguaje forzadamente coloquial con citas/referencias que no aportan nada pero que todo el mundo reconoce , una trama con giros una y mil veces leídos/vistos y psicología de curso CCC…
No me han quedado muchas ganas de ponerme con el siguiente, pero los devotos del autor me dicen que le dé una oportunidad a alguno de los anteriores, en especial a El Paciente. Por ahora paso.
9.- Maus de Art Spiegelman (Releido)

Debe ser la décima vez que leo Maus y, como Gardel, cada día me parece mejor. No creo que haga falta mucha presentación por su bien merecida fama de ser una de las mejores novelas gráficas nunca escritas, para mí la mejor. Vladek me parece un personaje fascinante, y siempre te preguntas si el paso por Auschwitz le hizo así o el ser así le hizo sobrevivir en el infierno. Quizás un poco de ambos. En fin, imprescindible del todo, de los que te llevarías a una isla desierta para releer hasta el infinito.
10.- Soldados de Salamina de Javier Cercas

El libro reconstruye un episodio de la Guerra Civil, el fallido fusilamiento del falangista Rafael Sánchez Mazas, a la vez que el autor nos sumerge en el proceso de creación de libro y las personas/personajes que se va encontrando por el camino. Sin ser perfecto, me ha parecido muy interesante y lo he disfrutado, a pesar de cierta tendencia a la disgresión y a la repetición que, en todo caso, aquí Cercas controla mucho mejor que en el posterior «El impostor». La metarrealidad y el mezclar personajes reales con otros inventados, así como situaciones que ocurrieron con otras inventadas o cambiadas, funciona bien a la hora de darle ritmo y profundidad, siempre que se tenga presente que es una mezcla de ficción y hechos y no se tomen al pie de la letra. Aun así, no deja de sorprenderme que se convirtiese en un superventas, tanto por temática como por estilo.
11.- So, you have been publicly ashamed de Jon Ronson

Jon Ronson analiza un tema tan actual como (para mí) escalofriante: las lapidaciones y los abusos en las redes sociales. A través de una aproximación faux-naive ,el libro explora muchas direcciones: las compara con los procesos de avergonzamiento público de hace siglos en las plazas de los pueblos, entrevista y hace un seguimiento de las victimas más famosas (Justine Sacco, Lidya Stone) y las compara con otras que ocurrieron en prensa escrita (Max Mosley) o la tele (Monica Lewinsky) antes de la era digital y, además, analiza el pecado cometido frente a las desmedidas consecuencias.
El resultado es un libro fantástico que invariablemente debería invitar a la reflexión antes de darle al botón de enviar cuando se escriben ciertas cosas, amparadas (o no) en la anonimidad o la distancia. Muy recomendable, especialmente si a continuación se adereza con cierto episodio de Black Mirror.
12.- Hank Williams: The Biography de Colin Escott

Empezaré diciendo que no tengo muy claro por qué me ha dado por leer una extensa e intensa biografía de la leyenda del country por excelencia. No soy un gran fan aunque sus canciones en general me gustan, pero siempre me llamó la atención la reverencia absoluta que sienten por él cantantes legendarios de todo tipo de música, incluidos algunos de mis favoritos como Leonard Cohen (lo referencia en Tower of Song por ejemplo).
La vida de Hank fue corta (29 años, al menos se libró de pertenecer al manido Club de los 27) y con una producción no muy amplia pero si optimizada al máximo. Su legado es leyenda viva. También tiene todos los clichés necesarios del músico atormentado: alcoholismo agudo, tormentosa vida sentimental, adicción a los medicamentos y la morfina, aunque en su caso es muy achacable a los brutales dolores de espina bífida oculta no diagnosticada y poco conocida en su época.
Este libro, considerado el de referencia sobre su vida, la cuenta en sorprendente detalle, marcada por las mujeres que le rodeaban, todas ellas de carácter fiero y dominante (su madre, sus dos esposas, su hermana), que trataban de exprimir a la gallina de los huevos de oro pero a la vez se preocupaban a su manera de él, al menos hasta que las hastiaba a todas con su comportamiento. A la vez nos sumergimos en la primera epoca dorada del country, cuando gracias a Hank y otros como Roy Acuff empezó a salir de las zonas rurales y consiguió meterse en las listas de éxitos, prestigio y ampliar mercados. A pesar del aluvión de datos y nombres, algo que probablemente solo interese a los más aficionados, me parece muy completa y fácil de leer. Howdy!
13.- EPIC: John McEnroe, Bjorn Borg, and the Greatest Tennis Season Ever de Matthew Cronin

A finales de los 70 y principios de los 80 el tenis era el deporte de moda y gran culpa de ello la tuvo la corta pero intensa rivalidad entre Borg, el superhombre de hielo, y McEnroe, el niñato de talento infinito. El libro cuenta la historia de ambos hasta llegar al momento álgido de dicha rivalidad: las finales de Wimbledon y el US Open de 1980. Entretenido sin más: muchos datos y declaraciones interesantes, pero con varias cosas que lo lastran: no está especialmente bien escrito, los fallidos intentos de conectar su rivalidad con el contexto histórico-político y la cantidad de tiempo que emplea en describir puntos de partidos, algo que Youtube ha dejado bastante obsoleto si se abusa de ello. Lo mejor para mí fue el que me «redescubriese» a la figura del dandy Vitas Gerulaitis. Interesante si te apasiona el tenis y la época, prescindible si no es lo tuyo.
14.- El ángel de Múnich de Fabiano Massimi

En septiembre de 1931 se suicidaba Geli Raubal, sobrina-ahijada y amante de un polémico político que estaba a punto de llegar a la cima: Adolf Hitler, lo mismo os suena. El autor convierte la consiguiente investigación, llena de mentiras, giros de guion, violencia y presiones externas extremas en una novela negra que ha tenido un enorme éxito en Italia y ha sido bendecida por la crítica.
Me ha gustado pero no me ha acabado de convencer. Es muy entretenida, magníficamente ambientada y salen absolutamente todos los que eran alguien en aquel momento en el nazismo, pero no he conseguido sacudirme la sensación de artificiosidad, no acabo de creerme lo que me estan contando, algo que se acentúa a partir de la mitad de la novela y que llega al punto culminante en un desenlace totalmente peliculero e innecesario. Aun así me parece un libro recomendable y no me arrepiento de haberlo leído.
15.- Hear the wind sing de Haruki Murakami

La primera novela de Haruki Murakami es corta y embrionaria. Mucho de lo que luego serían sus señas de identidad están ahí: las formas y diálogos minimalistas, las historias de desencanto y pérdida, los amores pasajeros. Sin embargo, se nota que Murakami aún no ha encontrado lo que más adelante le hará famoso, como las trazas de realismo mágico, historias más profundas o la capacidad de sintetizar sentimientos. Entretenida pero algo inocua y aún lejos de sus mejores libros. Al menos se lee de una sentada en una tarde.
16.- No digas nada de Patrick Radden Keefe

Bueno, pues me uno a la ovación de crítica y público. Este multipremiado libro es un recorrido por The Troubles, por mi edad algo omnipresente en mi infancia y adolescencia y que, para ser sincero, nunca despertó demasiado mi interés incluso después de llevar viviendo casi dos décadas en el Reino Unido.
Y con todo y con eso me ha encantado y no podía parar de leerlo. Quizás el mayor acierto del libro es que se aproxima a un conflicto desgarrador y brutal a través del factor humano, en lugar de perderse en un mar de datos o una cronología de atentados y hechos. Se lee casi como una novela, con una fluidez y elegancia sorprendentes para un tema tan duro. Otros aciertos es que encuentra un término medio muy acertado entre estilos (novela de no ficción, ensayo, incluso biografía entrecruzada) y se acerca todo lo posible a la muy difícil imparcialidad en un entorno que pudre todo lo que toca, evitando en lo posible juzgar. Desde el principio se centra en un grupo de protagonistas (verdugos y víctimas) y sigue su trayectoria vital antes, durante y después de la finalización (?) del conflicto. Cabe menrionar que el autor no consigue evitar sentirse casi infatuado por ciertos personajes (Dolours como caso obvio) y ser más duro con otros (el siempre grimoso Gerry Adams).
Fantástico.
17.- The outsider: my autobiography de Jimmy Connors

Pues otra biografía de tenis setentero y una agradable e inesperada sorpresa. Para mi Jimmy Connors es el equivalente tenístico de Moses Malone en baloncesto: palmarés a la altura de los mejores (más grand slams que Mac, records aún vigentes en la ATP, sorprendente longevidad) pero algo olvidado porque llegó un poco antes de la explosión mediática y por un carácter menos vendible a las masas.
El libro compensa su escasa calidad literaria (palabrotas a saco, frases poco pulidas, coletillas a tutiplén) con una sinceridad sorprendente y envidiable y una lectura ágil. Connors no reniega de su papel de bad boy que iba a su rollo y suelta lo que tiene que soltar caiga quien caiga, incluido él mismo muchas veces.
En cierta manera, un gran campeón por (re)descubrir. Recomendable
18.- El gueto interior de Santiago Amigorena

Vicente (abuelo del autor), es un exiliado polaco en Buenos Aires que lleva una vida feliz y apacible durante la década de los 30. Sin embargo, su madre, su hermano y buena parte de su familia se quedaron en Varsovia. Cuando los alemanes invaden Polonia y empiezan a llegar noticias y cartas de la formación del gueto y las deportaciones a los campos de exterminio, Vicente empieza a sufrir una metamorfosis.
El libro, en teoría una biografía, es un tratado sobre la culpa, los remordimientos y la impotencia. A pesar de haber sido una especie de fenómeno literario en Francia, no sé muy bien por qué pero no ha acabado de llegarme. La idea es muy interesante, pero el lenguaje y la forma de contar la historia no me han terminado de convencer. Aun así me alegro de haberlo leído y entiendo que a otra gente le pueda conmover.
19.- La ultima legion de Valerio Massimo Manfredi

Puffff.. ¿Me habré hecho demasiado mayor para leer novela histórica? ¿O es que, simplemente, el libro es muy malo? De adolescente era mi género favorito (esos libros llenos de sexo y acción trepidante de Gary Jennings) pero me acabé hartando un poco. El intento de retomarlo al ver el libro por casa y darme curiosidad ha sido un desastre considerable, de hecho me lo he terminado por pura cabezonería, y eso que el trasfondo histórico (la caída de último emperador romano de occidente) me parece sumamente interesante.
Diálogos lamentables entre lo pueril y lo pomposo, unos personajes a cual más cliché, una secuencia de acción tras otra totalmente inverosímiles y claramente con una película en la cabeza, una historia deslavazada y simplista que se ve venir a kilómetros, un final de arrancarse los pelos a manojos… pero, sobre todo, una sensación continua de ser todo falso, impostado y cero creíble. Apenas salvaría algunas descripciones de la vida cotidiana y el estado de las cosas en el imperio en su decadencia, y eso porque el autor se supone que es historiador y en teoría das por supuesto que se lo ha currado. Un petardo.
20.- Poeta chileno de Alejandro Zambra

La historia de una familia chilena y sus no siempre fáciles interacciones, usando como hilo conductor la poesía como género literario y los poetas como individuos y grupo colectivo. Dicho así podría parecer un libro corriente, pero no lo es en absoluto: muy bien escrito, disfrazando la profundidad con una prosa fresca, ágil y bonita, pero evitando caer en lo cursi y engañosamente ligera. El relato destila humor, cariño por los personajes, amor por Chile y la poesía, irreverencia y sabiduría al hablar de sexo.
Aunque me ha gustado mucho le faltan (o le sobran) algunas cosas para ser redondo: alterna momentos brillantes con partes algo tediosas, especialmente en la mitad del libro a través del personaje de Pru, que intenta aportar la visión exterior con la que el autor pretende huir de la endogamia, pero que a mí no me ha enganchado. Eso y que la poesía no me interesa demasiado, ni la chilena ni la de otro país, aunque parezca un punto de partida equivoco para leer este libro.
Muy recomendable en cualquier caso y entiendo por qué ha sido uno de los libros «de moda» durante el confinamiento y el penúltimo gran descubrimiento de las letras latinoamericanas.
21.- Dr. J Unabridged: The Autobiography de Julius Erving

Julius Erving, el Dr J, no necesita (o no debería necesitar) presentación. Uno de los mejores jugadores de la historia, paradigma del juego espectacular por encima del aro hasta la llegada de Jordan e icono indiscutible del basket en los 70, de la ABA, de los Sixers y de la estética cool.
Inusualmente personal, profundo y sincero para una biografía de baloncesto, Dr J desgrana su vida de forma ágil y fluida, en forma de colección de pensamientos. Honesta, sin excusas ni esconder nada, profundiza más en temas personales (racismo, actitud ante la vida, posicionamiento político, familia, compañeros y amigos) que en partidos específicos o estadísticas. Pero siempre da su opinión más allá de lugares comunes y obviedades. Tampoco faltan anécdotas fantásticas y detalles de jugadores excéntricos con los que jugó, desde conocidos como Darryl Dawkins hasta otros ya olvidados como Wendell Landler.
Muy recomendable e imprescindible si eres fan del Dr J o de la ABA y NBA setentera y ochentera.
22.- La Novia Gitana de Carmen Mola

Aprovechando la coyuntura mediática y, sobre todo, por recomendación del Foro ACB, me he puesto con uno de los libros de moda. Tras el fiasco relatado anteriormente de «Reina Roja», este me ha parecido bastante mejor en todos los aspectos.
Aunque reconozco que no es mi género favorito, creo que el libro cumple de sobra con lo que se podría esperar de una lectura ligera: personajes minimamente creíbles y razonablemente desarrollados, diálogos fluidos, trama sólida (aunque siempre con el punto rebuscado para epatar) y emoción hasta el final. En general una lectura entretenida y adictiva, aunque personalmente no me atrae demasiado la idea de leer el siguiente por el derrotero que toma.
23.- Olympic gangster: The Legend of José Beyaert – Cycling Champion, Fortune Hunter and Outlaw de Matt Rendell

José Beyaert fue campeón olímpico de ciclismo en ruta en los Juegos de Londres de 1948, pasó a profesionales y corrió algún Tour en los 50, para luego irse a competir a Colombia y asentarse allí durante décadas, saltando de un oficio a otro, no siempre en el lado «adecuado» de la ley.
Dado que yo soy el autor de una, siento todo el respeto del mundo por las biografías que reconstruyen la vida de personas no muy conocidas, y en esta hay que quitarse el sombrero (o la gorra de ciclista) ante el tremendo esfuerzo de documentación que hace Rendell, dispuesto a hablar con todo el mundo que le conoció y más aún. Sin embargo, una vez pasada su época ciclista, el relato pierde interés porque la vida de Beyaert, aunque aventurera y quijotesca, no aguanta semejante microscopio. El autor acaba divagando en exceso y contando historias paralelas que, aunque interesantes, no se ciñen al tema central del libro. Además, en su ansia de darle voz a todas las personas con las que ha hablado, se acaba repitiendo en exceso.
Un buen libro con partes muy interesantes pero al que quizás le sobran 100 páginas para que fuese redondo.
24.- Wish It Lasted Forever: Life with the Larry Bird Celtics de Dan Shaughnessy

El autor fue reportero de los que viajaban y acompañaban al equipo durante los años más fecundos de los Celtics ochenteros (82-86). El libro cuenta la historia, intrahistorias y evolución del equipo hasta la cúspide del 86, centrándose en la parte humana de los jugadores y no en los partidos o estadísticas, lo que es el punto fuerte del libro.
Otra parte importante es mostrar cómo era la convivencia entre reporteros y jugadores/entrenador/personal en una época en que la interacción era mucho más cercana y sin filtros. Aquí el autor encuentra el punto justo y es capaz de controlar el afán que tienen otros autores de hacerse demasiado el protagonista y creer que el libro va sobre ellos (para ejemplo el tostón de The Victory Machine, comentado el año pasado) y resulta interesante entender desde dentro la siempre complicada convivencia entre la prensa y los atletas profesionales. En el debe, un final algo anticlimático y acelerado al no estar el autor presente durante la segunda parte de la temporada 85/86, el hacerse algo repetitivo sobre lo súper buenos amigos que eran todos y lo maravilloso que era el ambiente y las continuas referencias al baseball, que en un libro de baloncesto deberían estar de más por mucho que el autor sea muy fan.
Aun asi recomendable y muy entretenido, un buen libro para cerrar el año.