Nuevas Crónicas Manchurianas (3): Harbin de nuevo

De todas las ciudades de Manchuria/Dongbei que vi el año pasado, Harbin fue la que más me sorprendió y la más bonita con diferencia. Yo ya la conocía por su mundialmente famoso festival de hielo que todos los años atrae a miles de turistas en pleno invierno, pero no me esperaba la magnitud y belleza de su esplendorosa herencia rusa. Tocaba volver porque me había dejado dos espinas clavadas, una grande y una pequeña, y era hora de sacarlas.

Crónicas Manchurianas (6): La experiencia Dabalang

Una vez conquistada la zona de Manchuria y creado el estado “independiente” de Manchukuo, los japoneses decidieron colonizarlo siguiendo un esquema parecido al que habían hecho en Hokkaido unas décadas antes. Tras varios intentos a menor escala, a mediados-finales de la década de los 30 se creó un programa llamado “Millones a Manchukuo” para enviar allí a pueblos enteros de granjeros y agricultores de las zonas más pobres de Japón. Suzuko (la abuela de Genya), llegó a Dabalang (una aldea cerca de Huanan) en 1939 con uno de esos grupos de colonos.

Crónicas Manchurianas (5): A la caza de edificios en Changchun y Harbin

Los japoneses decidieron establecer la capital de Manchukuo en Changchun y la rebautizaron como Hsinking, literalmente “la capital nueva”. La elección se debió a 2 razones: por una parte su situación geográfica era una encrucijada perfecta para el tráfico ferroviario entre China, Rusia y Corea (entonces parte de Japón). Por otra, era una ciudad pequeña y poco desarrollada que podían rediseñar a su gusto, algo que hicieron a conciencia.