A la República de Chipre también se le llama “la parte griega” para distinguirla de la República Turca del Norte de Chipre, a su vez “la parte turca”. Ocupa aproximadamente el 70% de la isla, incluyendo toda la parte central y sur. Suele ser el punto de entrada para la gran mayoría de los viajeros que visitan el país y es la más turística de ambas, lo que no quiere decir que sea la más interesante o atractiva. Yo pasé las 6 noches en la parte griega: 3 en Lárnaca y 3 en Pafos. Nota: Nicosia la he incluido en la parte turca.
Lárnaca
Lárnaca, la tercera ciudad más grande de Chipre con algo menos de 145.000 habitantes, está situada en la costa sureste de la isla. Su aeropuerto internacional es el más grande e importante de la isla y es uno de los principales núcleos turísticos del país, con mucha infraestructura y una gran parte de su población dedicada al sector servicios. Lárnaca, sin ser especialmente bonita, es una ciudad agradable, con muchas construcciones recientes, bien cuidada y el lugar obvio donde establecer la base para explorar la parte sur y este de la isla por la gran cantidad de hoteles y restaurantes que tiene. Está muy orientada al turismo internacional, especialmente al británico (incluyendo jubilados residentes de forma permanente), y hay muchas cadenas de restaurantes típicas que te puedes encontrar en el Reino Unido.
Quizás lo más llamativo es su extenso y pulcro paseo marítimo (conocido como Finikoudes), lleno de palmeras, bares y restaurantes y siempre muy animado, especialmente cuando lo iluminan por la noche. De entre los monumentos destaca especialmente la iglesia ortodoxa de San Lázaro, construida a finales del siglo IX y situada en pleno centro de la ciudad. Se puede visitar por dentro y la entrada es gratuita. Cerca de ella, en el malecón, está el Castillo, cuya construcción se empezó en el siglo XII. En las afueras de la ciudad se pueden visitar la mezquita Hala Sultan Tekke (a la orilla del lago Lárnaca) y el acueducto de Kamares, de mediados del siglo XVIII. Toda la parte del centro de se ve bien en un par de horas, y es un buen lugar para ir a cenar y luego caminar por el paseo marítimo.


Comer: El primer día cené en un conocido restaurante libanés del paseo marítimo llamado Maqam Al Sultan, situado junto al Castillo. Pedí un menú degustación (grande mezze), que resultó ser enorme y entre dos personas hambrientas como lobos no fuimos capaces de acabarlo. El precio, incluyendo vino y cerveza, fue de 25€ por cabeza. Otra noche probé un discreto grill del centro llamado Eu Kouzin, con buenas reseñas en Tripadvisor y frecuentado por gente local, que fue un acierto: todo rico y bien de precio.
Dormir: las 3 noches las pasé en el Hotel Rise. Nuevo, limpio, funcional y muy céntrico. Buen desayuno buffet y precio muy razonable. Recomendable.
KHIROKITIA
Khirokitia (o Choirokoitia) es un yacimiento del neolítico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998. Situado en la ladera de una colina a unos seis kilómetros del mar, fue descubierto en 1934 y ha sido excavado en numerosas ocasiones desde entonces. La principal razón de su importancia es la evidencia de una sociedad neolítica organizada funcionalmente en un asentamiento colectivo, que incluía fortificaciones que lo rodeaban para protegerse de amenazas exteriores. Dada su antigüedad está muy bien preservado y, en la parte de abajo hay varias chozas completamente reconstruidas. Una de las cosas que más me llamaron la atención es que enterraban a los muertos dentro de las casas. La entrada cuesta 2.5€ y hay carteles en inglés con mucha información. Desde Lárnaca se tarda una media hora (33Km), la salida dedes la autopista está bien indicada y el aparcamiento es gratuito. Se ve con tranquilidad en 30-45 minutos.


KOURION
Kourion (o Curio), uno de los yacimientos arqueológicos más importantes y extensos de Chipre, está situado junto al mar en el suroeste de la isla. De orígenes greco-fenicios, en la antigüedad fue una importante ciudad-estado, colonizada posteriormente por los romanos. La mayoría de los restos arqueológicos que quedan son de la época romana y bizantina. Para mí lo más destacable fue el teatro (la parte más restaurada de todo el yacimiento), las vistas desde la acrópolis, la Casa de Eustolio y los exquisitos mosaicos de gladiadores en la Casa de los Gladiadores. Una de las mejores visitas de la isla, ayudada por las magníficas vistas.
La entrada cuesta 4.5€ y el aparcamiento es gratuito. Lleva un par de horas verlo todo con tranquilidad. Junto al yacimiento esta la playa de Kourion, de arena mezclada con guijarros y en la que hay varios restaurantes y tabernas, y aun siendo diciembre había gente bañándose. Comimos un estupendo pulpo a la brasa en uno de los restaurantes a pie de playa llamado Chris Blue Beach por 22€, siendo los platos muy abundantes.



PAFOS Y ALREDEDORES
Pafos tiene unos 36.000 habitantes y es la principal ciudad al oeste de la isla. Se ha desarrollado mucho en las últimas décadas como lugar turístico y, especialmente, como zona de residencia para expatriados, teniendo su propio aeropuerto internacional. La ciudad no tiene nada especial ni mucho carácter, pero a cambio es moderna y funcional, con anchos bulevares, un extenso paseo marítimo, mucho carril bici y bien cuidada, sin duda un buen sitio donde pasar unos días para explorar los alrededores. La parte del paseo marítimo que rodea el yacimiento es perfecta para ver la puesta de sol, aunque está poco iluminada una vez que se hace de noche. Aparte de algunos hoteles, abundan los apartamentos y pisos de alquiler, muy baratos fuera de temporada. Tres restaurantes donde comimos bien en el centro de Pafos: Demokritos Tavern, 7 St Georges Tavern y Ta Perix Tavern.
Dormir: Byreva Apartments: situado en una zona tranquila en uno de los bulevares de entrada a Pafos, pero a una distancia razonable andando del centro (15-20 minutos). Una habitación, cómodo, limpio y amplio, con aparcamiento gratuito frente a la puerta. Está al lado de un supermercado y un pub. 87€ por 3 noches.
Parque Arqueológico de Pafos
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980, este yacimiento contiene importantes restos griegos y romanos, aunque la zona estuvo habitada ininterrumpidamente desde la época prehistórica hasta la Edad Media. Es una visita imprescindible por sus maravillosos mosaicos, especialmente los que se encuentran entre los restos de cuatro grandes villas romanas (casas de Dionisios, Aion, Teseo y Orfeo). El tiempo mínimo para verlo bien es una hora, pero si te gustan los mosaicos es fácil que se alargue la visita hasta el doble. Se encuentra muy cerca del centro de la ciudad por lo que se puede ir andando. Al estar junto al mar y muy expuesto al sol, es recomendable llevar agua, protector solar y gorra/sombrero. La entrada cuesta 4.5€.
Tumbas de los Reyes
Es una extensa necrópolis situada un par de kilómetros al norte de Pafos. Las tumbas son subterráneas y están excavadas directamente en la roca, y la mayoría datan del siglo IV a.C. A pesar del nombre que recibe el lugar (debido a la espectacularidad de las tumbas), era un lugar de enterramiento para nobles y altos cargos de Pafos, no para reyes u otros miembros de la realeza. Las tumbas más cercanas a la entrada son más simples, pero de la 3 a la 8 son magníficas. Desde Pafos se tarda una media hora andando o apenas unos minutos en coche o taxi. La entrada cuesta 2.5€ y lleva unos 45-60 minutos verlo todo con tranquilidad.
Península de Akamas
Es una reserva natural protegida que además marca el punto más al oeste de Chipre. La zona es escarpada y boscosa, y la carretera se convierte en una pista forestal con numerosos baches al poco de adentrarse en ella. Llegamos hasta la playa de Lara, un arenal bonito y salvaje, con apenas un chiringuito básico donde poder comprar algo de comer o beber. En diciembre la playa estaba totalmente vacía, demasiado expuesta para poder nadar, pero merece la pena visitarla, especialmente en primavera y verano cuando el tiempo invita más a darse un baño. Se tardan unos 40 minutos desde el centro de Pafos hasta Lara, y poco antes hay un desvío a la Garganta de Avakas, un conocido lugar para hacer senderismo. A la vuelta paramos a cenar en el restaurante Ais Georgis Pegeias y fue un acierto total: tiene una amplia terraza con vistas al puerto el puerto, comida (pescado, pulpo y ensalada) muy rica y de paso una disfrutable puesta de sol por 22€ por persona.

TROODOS
Troodos es la cordillera principal de Chipre y ocupa una buena parte del centro de la isla. El pico más alto se llama, como no podía ser de otra manera, Monte Olimpo, alcanza unos más que decentes 1.952 metros y hasta tiene una pequeña estación de esquí. Sin embargo, la principal razón por la que Troodos recibe muchas visitas de turistas y gente local son sus famosos monasterios e iglesias bizantinas, 10 de las cuales están incluidas en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1985 bajo la denominación “Iglesias pintadas de la región de Troodos”.
Iglesia-Monasterio de Agios Nikolaos (San Nicolás) tis Stegis en Kakopetria, Siglo XI.
Monasterio de Agios Ionannis (San Juan) Lampadistis en Kalopanayiotis, Siglo XIII.
Iglesia de Panagia (la Virgen) Phorviotissa o de Asinou en Nikitari, Siglo XII.
Iglesia de Panagia tou Arakou en Lagoudhera, Siglo XII.
Capilla de Panagia en Moutoullas, Siglo XIII.
Iglesia del Archangelos Michael (Arcángel San Miguel) en Pedoulas, Siglo XV.
Iglesia de Timios Stavros (la Santa Cruz) en Pelendri, Siglos XIV.
Iglesia Panagia Podhithou en Gálata, Siglo XVI
Iglesia de Stavros Agiasmati en Platanistasa, Siglo XIV.
La primera parada fue en el Monasterio de Kikkos (no es uno de los de la lista PdH), a unos 74Km de Pafos, de los que los primeros 40 son por autopista y después se pasa a una carretera de montaña en muy buen estado pero muy virada (1h30’ en total). Fundado a finales del siglo XI, ha sido destruido y reconstruido numerosas veces, el edificio actual es bastante reciente y todo tiene aspecto de ser nuevo, especialmente los frescos. La entrada y la visita son libres y abre durante las horas de luz solar. Es un lugar bonito y luminoso en un entorno ideal, pero con 20 minutos da para verlo bien. Junto al monasterio, en lo alto de una colina, está el mausoleo del arzobispo y presidente Makarios III, considerado el Padre de la Patria por los greco-chipriotas. Hay una estatua suya y una pequeña capilla, pero lo mejor sin duda son las vistas de las montañas y bosques de los alrededores.
De entre las iglesias pintadas tuvimos tiempo de visitar cuatro de ellas, la entrada es gratis en todas siempre con la opción de dejar una donación: Archangelos Michael (pequeña, llamativa, con un tejado que llega hasta el suelo en uno de los lados, los frescos son una maravilla y están muy bien conservados, si la puerta está cerrada hay que pedir las llaves en el contiguo museo bizantino). Capilla de Panagia en Moutoullas (no tan bonita como la anterior y con frescos estupendos pero peor conservados). Agios Nikolaos tis Stegis (apartada en un lateral del pueblo, daba la sensación de estar algo dejada, estaba a oscuras y tuvimos que encender las luces y apagarlas al salir, los frescos, aunque deteriorados eran fantásticos). Aun nos dio tiempo a pasarnos por Panagia Podithou, pero solo pudimos verla por fuera porque se suponía que cerraban a las 4pm pero pese a llegar 10 minutos antes ya no pudimos entrar.

En cuanto a otras cosas que ver en la zona, el pueblo de Troodos no tiene gran cosa, pero desde allí se toma una desviación a la cima del Monte Olimpo, en la que hay una base militar y no se puede pasar desde cierto punto. Desde la estación de esquí hay un camino circular de unos 2 kms que rodea la cumbre.