Manchukuo, la utopia en llamas (y II)

Segunda parte de un breve resumen de la historia de Manchukuo.
Segunda parte de un breve resumen de la historia de Manchukuo.
Primera parte de un breve resumen de la historia de Manchukuo.
Tras un tiempo dándole vueltas, he resuelto el misterio que rodeaba al coche de Puyi, el emperador de Manchukuo
Suzuko nació en Yasuoka, un pueblo pequeño y remoto situado en las montañas del sur de la prefectura de Nagano. Es la tierra ancestral de su familia, los Iwasaki, que siguen viviendo allí mismo o en zonas cercanas. Genya y yo nos fuimos a pasar unos días “al rural” japonés para conocer las raíces de Suzuko, entrevistar a su sobrino, visitar el museo de los colonos que se fueron a Manchukuo y atender la reunión anual de los supervivientes, a la que nos habían invitado.
Sexto y tercero. O tercero y sexto. Mi tercer viaje de investigación para el Proyecto Manchukuo iba a ser también mi sexto viaje a Japón. El objetivo principal del que probablemente sea mi último viaje relacionado con el libro era ir a Yasuoka, pueblo natal de Suzuko. Tocaba cerrar el círculo.
Tras volver de mi cuarto viaje a China, incluyendo un par de ellos por zonas menos visitadas, es buen momento para mirar atrás y recuperar algunos de las cosas más curiosas que me he encontrado.
Suzhou es la otra mitad de la dualidad celestial que Marco Polo y otros viajeros clásicos alabaron de la China de la antigüedad. La razón para tanta fama son su colección de jardines clásicos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Hangzhou, la ciudad de la que Marco Polo dijo que era “la más espléndida y celestial en el mundo” por su legendario Lago del Oeste, uno de los lugares turísticos más famosos de China desde hace siglos y que ha inspirado a legiones de poetas, pintores y artistas chinos a través de los tiempos. La UNESCO lo incluyó en su lista del Patrimonio de la Humanidad en 2011.
Nanjing (conocida en occidente como Nanking en el pasado reciente) es una de las ciudades más importantes de la Historia de China. Fue la capital de reinos e imperios en diversas ocasiones a lo largo de diferentes dinastías y, posteriormente, de la República durante la primera mitad del siglo XX. Aunque su nombre ha quedado tristemente asociado a la sangrienta masacre cometida por las tropas japonesas a finales de 1937, en la actualidad es una urbe moderna, bulliciosa y tremendamente atractiva para el turista a la que merece mucho la pena dedicar un par de días.