Parque Nacional Dilek: conduciendo hacia el Sur tras visitar Éfeso y los alrededores, paramos en el Parque Nacional Dilek. Entramos al Parque Nacional por Guzelcamli. Viniendo de Kusadasi la entrada está bien señalizada y no debería haber problema en encontrarla.
El ticket de entrada cuesta 5TL y te dan un mapa bastante detallado del parque.
http://www.kusadasi.biz/info/around/national-park +902566141079 kusadasi@ dilekyarimadasi.gov
Horarios: primavera y verano 8am – 7pm, otoño e invierno 8am – 5pm.
Un sitio encantador, pasamos medio dia de perfecto relax. Muy recomendable, sobre todo si se tiene coche propio. Había poca gente, fue una pena no tener tiempo suficiente para hacer algunas de las rutas caminando y explorar zonas donde no se puede llegar con el coche. Visitamos 3 playas: Içmeler (la única con arena fina pero también en la que había más gente), Aidinlik (casi vacía, guijarros blancos en lugar de arena, pero agua cristalina. Tiene un pequeño restaurante donde comimos, fue la que mas nos gustó de las 3), y Kalamaki (aun más vacia, también tiene un restaurante). Justo después de Kalamaki hay un puesto de control policial y no es posible seguir con el coche por ser zona protegida. Para llegar a las zonas más remotas del parque hay que hacerlo utilizando los senderos pedestres.
Herakleia: siguiendo hacia el sur de Dilek y gracias a la recomendación de la Lonely Planet, decidimos pasar la noche en Herakleia, un pequeño pueblo rural en el interior. Un gran acierto. Turquía rural pintoresca y con encanto, con unas más que destacables ruinas diseminadas a lo largo de la orilla del lago Bafta. En un par de horas o tres se ve todo bien. Nos quedamos a dormir en:
Agora Pansion , 48234 Kapkiri Koyu Milas, tlf 2525435445, info@herakleia.com, www.agora.pansiyon.de,
(viene en la LP): parecía claramente el mejor sitio pero por otra parte era bastante más caro que las otras pensiones. Alojamiento, desayuno y cena para dos personas 150TL.
La cena fue estupenda, de las mejores del viaje, el desayuno fue muy bueno tambien. Beber algo en la terraza bajo las estrellas disfrutando de los multiples sonidos de la naturaleza es un extra a considerar. Los dueños fueron encantadores y muy serviciales. Nos recomendaron sitios para visitar y nos dieron contactos para alojamiento para el resto del viaje.
Peninsula Hisarönü: seguimos hacia el sur, sin meternos en la peninsula donde esta Bodrum (sobre el papel parecía demasiado turístico). En mi opinión, el tramo entre Mugla (en lo alto de las montañas y donde empiezas a ver el mar) y Selimiye (pasando Marmaris, ya bien metido en la peninsula Hisarönü) fue una verdadera maravilla. Una de los mejores momentos de todo el viaje.
La carretera bordea el mar, que tiene un color precioso cuando lo miras desde lejos y es transparente cuando te acercas más. Vistas de las calas desde lo alto de las colinas y montañas, mucha vegetación, mucho menos construido de lo que esperabamos…todo se juntó para que la jornada y la llegada a Selimiye fuesen inolvidables. No vimos una zona costera tan deslumbrante en toda la parte del país que recorrimos.
Algunas guías lo mencionan y hablan muy bien de la ruta, pero no creo que le hagan justicia. Marmaris está en una bahía muy bonita, pero está demasiado contruido, cemento por todas partes, pero una vez lo pasas y te metes en la peninsula apenas hay casas o urbanizaciones. El único pero es que sin coche propio (o un yate, claro) es bastante difícil de llegar (no se la frecuencia de los autobuses desde Marmaris, pero me imagino que no mucha).
Selimiye: se llega pasando Marmaris y Orhaniye. Bonito, mediterráneo, tranquilo, bohemio, casi sin coches y con bastantes yates.
Comimos en uno de los restaurantes recomendados por LP: Aurora Restaurant. Comida muy fresca, los mejores calamares que tomamos en todo el viaje. La dueña fue un encanto (es mitad sueca, mitad turca). No os lo perdais si vais por Selimiye. Bastante caro comparado con el resto de Turquia, eso sí. Pedimos unos cuantos entrantes, exquisitos pero no mucha cantidad, una par de cervezas cada uno y pagamos 85TL.
Nos quedamos a dormir en unos bungalows nuevos que están enfrente del restaurante Sardunya (éste estaba lleno y el dueño nos llevó hasta el otro). 80TL por noche, sin desayuno, sólo efectivo. Limpio, una terraza estupenda, dueño simpatico y habitación de buen tamaño con TV).
Fuimos a cenar a un restaurante en la calle paralela al mar, llamado Özcan, Ali Demirci, tlf +90 252 446 42 33. Tres platos de pescado (excelente el pulpo a la parrilla) y unas cuantas bebidas por solo 50TL. No teníamos suficiente efectivo con nosotros y nos dejaron pagar al dia siguiente en lugar de tener que ir a por el dinero. Gente confiada y relajada. Muy recomendable.