El misterio del coche de Puyi

Tras un tiempo dándole vueltas, he resuelto el misterio que rodeaba al coche de Puyi, el emperador de Manchukuo
Tras un tiempo dándole vueltas, he resuelto el misterio que rodeaba al coche de Puyi, el emperador de Manchukuo
La visita fue una sorpresa muy agradable. A pesar de ser (también) un “Centro de Educación Patriótica”, los textos en inglés y la audioguía eran bastante más comedidos e informativos que en el museo “18 de Septiembre”. También había mucha más información en inglés, con muchos detalles interesantes. Pero lo mejor es lo bien conservado que están todos los edificios y cada una de las muchísimas habitaciones y salones. Los muebles, los utensilios para la vida diaria, los pequeños detalles de decoración…todo está cuidadísimo. Más que un museo acartonado, da realmente la sensación de que Puyi y su séquito aún viven allí y que te has colado en un descuido de la guardia pretoriana.
La primera vez que Manchukuo se cruzó en mi camino lo hizo de incógnito. A principios de los 80 mi madre me compraba de vez en cuando monedas para mi colección en el mercadillo que ponían los sábados en la Plaza de la Monjas. Un día me trajo una que venía etiquetada en la funda como “Taiwan”. Pero los (para mí) indescifrables caracteres ocultaban un secreto que resolví unos años más tarde…