Cinco fotos curiosas y sus historias (I)

1.- Kallaste, Estonia, 2004:

Moto Kallaste

En 2004 estuve 10 días recorriendo Estonia y Letonia con Charlie en un coche alquilado. Gracias a Tallinn, la primera impresión de Estonia fue una sorpresa: moderna y a la altura de cualquier otra capital europea más occidental. La cosa cambió cuando visitamos la zona del lago Peipus/Peipsi, de mayoría rusa (hasta el 85% de los habitantes de este área son rusos). Fue como retroceder 30 o 40 años en el tiempo, con edificios de estilo funcional-comunista descascarillados y Ladas que se caían a pedazos. En Kallaste vimos la moto de arriba y me pareció que representaba perfectamente el entorno en el que estaba.

2.– Cēsis, Letonia, 2004:

cascos Cesis

En ese mismo viaje, llegamos a Cēsis, una ciudad de Letonia cuya atracción principal es su famoso castillo del siglo XIII. En 2004 (no sé ahora) había una parte en ruinas y además estaban reconstruyéndolo todo. Por ello, para hacer la visita, tenías que ponerte un casco de albañil y usar una linterna de minero, lo que añadía cierta gracia al asunto. La foto es del perchero de los cascos, en la entrada.

3.- Petra, Jordania, 2007:

El Monasterio

Frente a la fachada de El Monasterio, asistí asombrado a como un lugareño se subía a pelo y sin trampa ni cartón hasta ponerse de pie en el mismísimo pináculo, jugándose la vida para recoger unas monedas al bajar. Nos tenía a todos hipnotizados…y asustados. Me pregunto si aun lo siguen haciendo.

4.- Malé, Maldivas, 2010:

Ganar peso

Visto en el escaparate de una farmacia de la capital de Maldivas, es una prueba fehaciente de que, estéticamente, allí tienen problemas bastante diferentes a los nuestros. Después de verlo me fijé y la verdad es que había muchísimos maldivos con una constitución delgadísima.

5.- Cracovia, Polonia, 2005:

Cracovia

En la deslumbrante Plaza del Mercado de Cracovia, dos chavales se ganaban unos zlotys saliendo de una caja y riendo como viejas desdentadas cuando les echabas una moneda. Charlie decidió que los tíos tenían mucha gracia y que se iba a hacer una foto con ellos. Cada vez que la veo me hace sonreír.

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