Auschwitz

La primera vez que escuché que Auschwitz se podía visitar fue en 1997. Unos españoles que conocimos en Praga durante mi segundo Interrail nos dijeron que el siguiente país al que iban a pasar era Polonia sólo para ir a verlo. A pesar de haber leído mucho sobre la SGM y el Holocausto, por alguna razón que ahora no acabo de entender me sorprendió que se pudiese visitar. Era como si al verlo prácticamente siempre en fotos de cuando aún funcionaba o recreado en películas, mi cerebro no acabase de conectar la línea de puntos hasta un Auschwitz-ahora.